Sandrine Piau - Handel: Enchantresses - Scherzo
Sandrine Piau se ha consagrado como la soprano haendeliana por excelencia y esta grabación viene a confirmarlo una vez más. Lo he dicho varias veces y lo repetiré las que sea preciso: Piau, tras treinta años de gloriosa carrera, está mejor que nunca. Mantiene en buena medida la pureza de emisión y la limpieza, pero el peso, el color, las oscuridades, los matices que ha adquirido le permiten afrontar con asombrosa maestría las piezas angulares del repertorio trágico. En esta ocasión, la cantante francesa aborda nueve arias, todas ellas joyas magistrales, aunque no de la misma nombradía, que abarcan un enorme espectro emocional. Si algo destaca por encima del inmenso nivel es lo que calificaría como transformismo canoro. Hay veces en que uno casi podría dudar de si es la misma mujer la que canta, tal es su capacidad no ya de encarnar con idéntica convicción roles y afectos opuestos, sino de transformar la voz para lograr el color adecuado a cada aria y, dentro de ella, casi a cada frase. Inmersa en el patetismo más desolado, hace un Piangerò fabuloso, aunque —aria fetiche para quien esla mejor Alcina de hoy y de ayer— su Ah, mio cor deja el tiempo en suspenso. Su Lascia ch’io pianga carece de equivalente en disco: nunca se ha escuchado una conjunción tan perfecta de emoción pura y sobriedad. En el lado opuesto,se pasea con soberano dominio por las endiabladas exigenciastécnicas de Scherza in mar la navicella, Da tempeste, Desterò dall’empia dite y nada menos que Tornami a vagheggiar. Causa conmoción escuchar Alla salma infidel de La Lucrezia (esperemos escuchársela alguna vez completa, es una cantata perfecta para ella). Y más: la encantadora Il nostro maggio se convierte en sus manos en un aria de profundidades desconocidas. Con total sinceridad: el mejor recital haendeliano de la historia; ¡no se lo pierda!