Mozart Symphonies - SCO & Sir Charles Mackerras - Opus Musica
Ante una nueva grabación de las cuatro últimas Sinfonías de Mozart lo normal es que el melómano se pregunte si está justificado el lanzamiento de otro cd con este repertorio archiconocido del que ya existen magníficas versiones. El comprensible escepticismo inicial da lugar a la más feliz de las sorpresas después de escuchar este doble álbum, pues nos encontramos ante uno de esos raros discos que desde la primera vez que se escuchan no pasan a la estantería de los cd's sino que uno los deja siempre a mano para volver sobre ellos una y otra vez. Esta grabación, hay que decirlo, recoge fielmente y con los mejores medios técnicos posibles posibles un auténtico momento de gracia de la Scottish Chamber Orquesta y Sir Charles Mackerras, por lo que no sorprende que desde su lanzamiento se haya aupado a los primeros puestos de superventas clásicas en Reino Unido, unas listas demasiado a menudo ocupadas por artistas de los denominados cross-over. Lo que convierte en especial esta grabación es que demuestra algo verdaderamente difícil, como es el hecho de que todavía se puede decir algo nuevo dentro del repertorio más establecido, como es el caso de las cuatro últimas Sinfonías de Mozart.
El palmarés de Sir Charles Mackerras es impresionante y en esta grabación el americano nacido en 1925 saca a relucir su larguísima experiencia como director mozartiano: su integral de Sinfonías y Serenatas de Mozart fue realizada con la Orquesta de Cámara de Praga, mientras que con la orquesta protagonista de este doble cd, la sensacional Scottish Chamber Orquestra, había grabado siete de las óperas de Mozart. Cada uno de los quince movimientos de estas cuatro Sinfonías es una fuente del máximo disfrute auditivo, pero quizás se podría destacar el segundo movimiento de la Sinfonía nº 40, ese maravilloso momento en el que por debajo de la aparente serenidad superficial fluye la pasión, con esa contención tan perfecta en sus proporciones clásicas. Otro momento a destacar es la alegría exultante, la vitalidad del último movimiento de la Sinfonía Júpiter, con sus cambios de modo mayor a menor y viceversa, colofón superlativo a la aventura sinfónica mozartiana, quizás el compositor de cuya pluma ha salido la música más humana que existe.
Lo que logran orquesta y director en estas cuatro Sinfonías -por encima de estériles discusiones sobre si la interpetación es historicista o no- es transmitir la pasión latente en la música, su alegría desbordante, su energía o su dramatismo. Puede decirse que la perfección de la interpretación va pareja a la perfección de la música, que suena más humana y conmovedora que nunca. La belleza del sonido de las diferentes secciones de la orquesta y el perfecto equilibrio entre ellas, el sorprendente colorido orquestal, el intachable sentido del pulso musical y la espontaneidad conseguida, hacen que estas Sinfonías mozartianas logren desde la primera audición la máxima comunicación con el oyente. El sonido de la grabación es igualmente milagroso y además la compañía Linn Records permite la posibilidad de descargar el álbum eligiendo al comprador diferentes calidades de audio. Por todas estas razones nos encontramos sin duda ante el Mozart del siglo XXI: una síntesis de lo mejor entre las diversas posibilidades interpretativas de la música mozartiana.