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Beethoven Piano Concertos 3, 4 & 5 - Opus Musica

La Orquesta de Cámara Escocesa, por un lado, y el pianista portugués Artur Pizarro, por otro, aparecieron en una reseña de esta sección hace tres o cuatro meses dedicada a discos del sello británico Linn... y ahora volvemos a tenerlos aquí, pero juntos, en amor y compañía, y bajo la batuta de un director tan personal, polifacético e interesante como es el australiano sir Charles Mackerras. El culpable de esta conjunción de astros no es sino el todopoderoso Beethoven, cuyos memorables cinco conciertos para piano y orquesta -grabados ya por los más grandes entre los grandes- no pueden servirse de cualquier manera. Pero, precisamente, éste es el punto débil de este lanzamiento, del que ahora se nos ofrece la primera entrega que, comenzando por el final, incluye los tres últimos conciertos en dos discos: que teniendo disponibles las integrales de Barenboim/Barbirolli (EMI), Fleisher/Szell (Sony) o Arrau/Davis o Haitink (Philips), por mencionar sólo algunas de las grandes grabaciones de estudio, el presente registro queda en desventaja: no por no ser bueno, sino por no ser tan bueno.

A Artur Pizarro no se le puede pedir más capacidad a la hora de interpretar estas o cualesquiera otras obras, pues es un pianista de unos recursos técnicos asombrosos y de sonido bello y potente; tampoco le falta capacidad expresiva ni calidad artística (no es fácil dar en la entraña de Liszt, Ravel o Scriabin, autores nada parecidos, y Pizarro los borda); pero Beethoven parece no ser exactamente su terreno idóneo. No carece de dulzura y concentración (óigase el comienzo del Cuarto Concierto, pasaje comprometido en lo expresivo donde los haya), pero hay momentos en que esa concentración, la intensidad en la ejecución, se diluyen, aunque cada nota esté perfectamente definida y ejecutada (escala ascendente, trino y escala descendente, 47" antes del final del primer tiempo del Concierto Emperador). Sentido poético o arrestos heroicos no le faltan al senhor Pizarro, pero sí un cierto "peso" en la interpretación en general: el sonido perlado en los tiempos lentos, de gran belleza, parece ser más para Mozart o Chopin que para Beethoven, y el fraseo -cosa poco frecuente en este pianista- carece de grandeza en determinados momentos: la perfección de los trinos, por ejemplo, embelesa; pero nos tememos que el embeleso no sea el objetivo fundamental de una obra de Beethoven. Las regulaciones dinámicas, sin embargo, son asombrosas, ejecutadas con una homogeneidad y un dominio sorprendentes.

Otro cantar es el del veterano Charles Mackerras, que dirige con empaque, soltura y brío -cualidades muy suyas- a una Scottish Chamber de la que es Director Laureado y con la que siempre se ha sentido sumamente a gusto. Igual que siempre se ha sentido muy a gusto también con la música de Beethoven, y ahí están sus dos integrales discográficas del genio de Bonn para confirmarlo: EMI años 90, con la Royal Liverpool Philharmonic, e Hyperion 2006, precisamente con la Scottish Chamber (excepto en la Novena, con la Philharmonia). Contrastes, sonido ligeramente "de época" sin perder belleza y tersura, articulación óptima y fraseo imaginativo y lleno de detalles. A Mackerras tal vez sólo le falta "peso" en el tono; es su amor por la alegría y el desparpajo lo que le resta algo de solemnidad necesaria en ciertos momentos, siendo el caso más clamoroso el del tiempo lento del Emperador, tocado a tal velocidad que pierde casi todo su hálito poético. Tal vez, por todo esto, los mejores momentos del álbum estén en los movimientos finales de cada concierto, brillantes y llenos de arrebato.

Para terminar, sólo recordar que esta crítica, probablemente demasiado severa para con tan excelente producto musical, lo sea porque son ya muchas -tal vez, demasiadas- las grabaciones de estas obras y que sólo la comparación (odiosa, qué duda cabe) con las más grandes pudiera desmerecer la presente. Pero, dado el magnífico sonido del registro, la buena presentación y el alto nivel, comparaciones aparte, de la ejecución, no debemos orillar sin más este álbum que, con todas las pegas apuntadas, ofrece gran música en excelentes condiciones.

Opus Musica
02 June 2009