Anthony Romaniuk - Bells - Scherzo

El polifacético teclista Anthony Romaniuk presenta, bajo el título de Bells, un disco singular, curioso, pero que, probablemente no será del gusto general. Se refiere a él como una ‘colección de sonidos’, con el ánimo de buscar elementos musicales que trasciendan eras y culturas, y acaba produciendo una grabación en la que, lo que podríamos llamar ‘el efecto campana’, subyace de forma más o menos evidente en todas las piezas ofrecidas, con ese énfasis en las notas pedal y en los armónicos más graves de la serie. Los amantes de lo experimental gozarán sin duda del resultado, porque Romaniuk es un instrumentista de primera, que además posee una sólida formación tanto en instrumentos pretéritos como modernos. Siendo un instrumentista de tantas posibilidades, parece exótico que elija piano moderno y eléctrico para dos ejecuciones del Preludio de la Segunda suite inglesa de Bach o que, con un clave a su disposición, nos ofrezca una Fantasía de Purcell desde el piano moderno. Y, aunque la fulgurante realización de Bells de William Byrd le confirma como ese instrumentista de primera, hay cosas (la cuarta de las Bagatelas op. 126 de Beethoven, por ejemplo) en las que la interpretación roza lo extravagante (también aquí ¿por qué piano moderno para esta y en cambio el fortepiano copia de Walter para el Rondo de la Sonata no 15?). Si he de escoger entre su visión de la decimotercera de las piezas de Música callada de Mompou o la de Javier Perianes, me quedo con la de este sin dudarlo. Y no sé si Debussy habría aprobado sus ‘añadidos’ al preludio Voiles. Romaniuk saca a pasear con éxito su talento improvisador varias veces, con una suerte de ‘preludios’ añadidos aquí y allá a piezas con las que conecta directamente. Disco, en fin, curioso, atípico, un punto (o varios) extravagante, que tal vez no complazca a todos.